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Los concesionarios de vehículos son hoy medios esenciales de la comunicación del producto que oferta en su interior. Además, las sencillas salas de exposiciones y talleres de antaño se han convertido en complejos núcleos de vivencias que imparten la aceptada filosofía de la marca del vehículo también en el plano emocional.

La topografía del lugar tan acusada fue una de las premisas importantes en el proyecto. La ubicación y demás consideraciones de las instalaciones fueron encaminadas a tener en cuenta la carretera desde la cual se accedía y el espacio libre que se necesitaba tanto para zona verde como para aparcamiento. El desnivel que presenta la parcela se ha aprovechado para diferenciar las dos entradas principales de las entradas secundarias.

La clara planificación de las instalaciones se ha conseguido gracias a la rotundidad de los volúmenes establecidos, a la diferenciación en el empleo de materiales, colores, texturas e iluminación.
La exposición principal de vehículos nuevos y la zona de taller establecen una comunicación ágil y efectiva.

Una vez cubierta la planta de exposición principal y taller, la planta superior responde a unos volúmenes mitad cubiertos-mitad aterrazados que liberan un poco el volumen de la obra. Los cuerpos de la planta superior, a su vez no se encuentran enfrentados, estableciendo un diálogo entre ellos a través de la terraza que los separa. Las superficies aterrazadas nos permiten disponer de una gran superficie destinada a vehículos de ocasión.

 

 

 

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